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Un período de bajas tasas de interés, como el que vive el actual mercado inmobiliario, suele ser el mejor momento para solicitar un préstamo. Aunque el sentido común indica que nunca es bueno salir a endeudarse sin un buen motivo.

Lee bien antes de firmar

En efecto, esto significa que el dinero prestado te costará menos a la hora de comprar un automóvil, una computadora o simplemente salir de vacaciones. Pero ojo... las ofertas varían mucho de banco en banco.

"Cuando las tasas de interés bajan, se vuelve más atractivo obtener préstamos personales en el banco", afirma Isaac Cohen, experto en finanzas y ex director de la oficina de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).

"También es el momento propicio para refinanciar los préstamos que ya se tienen pactados, con el fin de obtener una tasa más baja y así reducir la cuota que pagamos", agregó.

Los préstamos personales se pactan con los bancos y pueden ser a tasa fija o variable. Esa tasa es el interés que cobrará el banco todos los meses por prestarte el dinero.

Esto quiere decir que con cada cuota mensual devuelves parte del capital más los intereses que aplica el banco.

Las variaciones son enormes

Las tasas que aplican los bancos varían entre las distintas entidades y también hay distintos tipos de planes. Además, recuerda que si bien la cuota puede parecer baja, en muchos casos deberás seguir pagándola durante varios años.

Vale la tema tomarse el tiempo para averiguar las ofertas bancarias.

Los préstamos personales, al igual que el crédito que uno obtiene en forma automática con las tarjetas, suelen ser sin garantías, a diferencia de lo que ocurre cuando compras por ejemplo una casa, en cuyo caso el banco toma la propiedad como colateral del préstamo.

Esa es una de las razones por las que las tasas son mayores que para una hipoteca.

Las tarjetas también nos ofrecen un acceso inmediato al crédito, aunque estas suelen ser un arma de doble filo, ya que muchas veces aplican intereses leoninos.

Eric Tyson, autor de una serie de populares libros sobre cómo manejar las finanzas personales, aconseja sólo usar la tarjeta si uno es capaz de pagar todos los meses el total de la cuenta que nos llega por correo.